viernes, 15 de mayo de 2015

RECETAS PARA PADRES III (CÓMO AYUDARLE A ESTUDIAR). EL PAÍS

¿Qué pasa si su hijo se atasca en una tarea, le pregunta y usted no sabe cómo resolverla? Nada. No son sus deberes, son los de su hijo. Y quien le enseña es su profesor, usted supervisa que haga las tareas, que cumpla. Igual que se preocupa de que juegue, de que coma bien o de que se ría a
menudo. Cuando el niño no sepa cómo resolver un problema matemático o la respuesta a cualquier pregunta, ocúpese de que lo apunte en su cuaderno dedeberes y de que se lo pregunte a su profesor al día siguiente. Apúnteselousted también y cuando llegue el niño del colegio o usted de trabajar interésese por cuál era la respuesta correcta. Así su hijo verá que está pendiente del tema, lo que quiere decir, de él y del progreso en sus estudios.
La familia es la controla el proceso de estudio, si no se vigila y no se dan pautas la consecuencia puede ser el descontrol. Esto lo vienen advirtiendo desde hace muchas décadas tanto asociaciones de profesores como de padres. Y no es un tema que dependa de leyes educativas o de los partidos políticos, que tanto se vuelcan cuando llegan al poder en la educación, pero, lo lo general, para cambiarla en la dirección que ellos consideran, ya que es una materia muy susceptible de ser modificada por razones ideológicas según si se le quiere dar un carácter  de fondo más conservador o más progresistaPero, con independencia de estos vaivenes que sufre la pobre educación, y volviendo a los padres, la exigencia en el estudio no tiene color político. A un niño se
le debe exigir o, mejor dicho, enseñar que su deber es estudiar. En primer lugar, por él mismo, por su futuro, y también por su presente. Pero, antes, hay queenseñarle a hacerlo.
Hay ya muchos colegios que ofrecen a los alumnos, bien a través de las asociaciones de padres o bien a iniciativa del  propio equipo profesional del centro, unos cursillos básicos sobre técnicas de estudio para niños. También hay algunos que van más allá, y las proponen para los padres, con el fin de que sepan supervisar y guiar el estudio de sus hijos. Estas charlas también pueden solicitarlas los
padres en los centros educativos, bien para que las imparta alguno de los docentes del colegio o una persona externa, experta en estas cuestiones.

Aunque es algo difícil de resumir en pocas palabras, vamos a intentar explicar en qué consisten esas técnicas de forma sencilla:
En primer lugar, conviene saber que, por regla general, el rendimiento durante el tiempo de estudio empieza siendo regular, por lo tanto no conviene empezar el estudio por los contenidos más difíciles. Al cabo de un rato mejora y en los minutos finales suele tenerse el rendimiento más bajo. Por eso es mejor dejar las tareas más sencillas o más automáticas para el final. Las pautas básicas que sugieren muchos pedagogos a la hora de estudiar serían éstas:
  1. Realizar una primera lectura para explorar el tema del libro o de los apuntes que se van a estudiar, sin subrayar.
  2. Hacer una segunda lectura más profunda, ya subrayando lo más importante. Éste consiste en jerarquizar las ideas y en ir marcándolas de diferentes modos, con varios colores incluso, según su importancia.
  3. Posteriormente, hay que realizar un esquema de las ideas principales del tema o un resumen. Si el tema es muy largo, es mejor optar por el resumen. Pero conviene alternar la forma de trabajar los temas, es decir, combinar los resúmenes, esquemas y lecturas en profundidad.
  4. El esquema o el resumen hay que aprendérselo. Se puede hacer leyéndolo unas cuantas veces o incluso repitiéndolo en voz alta.
  5. Es sobre éstos sobre los que debe repasar en el futuro el estudiante, más cerca del examen. De ahí la importancia de saber hacer buenos esquemas o resúmenes, con los conceptos realmente importantes. Además, es algo que al estudiante que lo sepa hacer bien le puede servir para toda la vida, para aprenderse desde una conferencia que tenga que impartir a saber exponer las ideas relevantes ante un tribunal de doctorado. El que aprende a estudiar bien desde niño, adquiere la habilidad de jerarquizar ideas muy bien.
  6. Volver a leer todo una vez para comprobar que el esquema o resumen está bien organizado y que no se ha olvidado nada importante.
  7. Cuando se empieza una asignatura, conviene organizar un plan de estudio hasta el examen. Por ejemplo, si la prueba es al cabo de dos meses, hay que repasar periódicamente los esquemas y resúmenes,como decíamos antes.
  8. Por último, conviene recordar que no hay que estudiar en el último momento sobre los originales, es decir, el libro o los apuntes. Ya no le hará falta al alumno, a no ser para alguna consulta puntual sobre algo que no entienda o en lo que quiera profundizar. Se estudia sobre lo que el estudiante ha elaborado.

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