Contol y mejora de la conducta infantil
En la página Psicodiagnosis.es nos ofrecen orientaciones acerca del control para la mejora de la conducta infantil.
Las pautas generales que se sugieren a continuación se exponen a nivel
informativo con la única intención de dar algunas orientaciones. En ningún caso
pueden sustituir las directrices que le haya podido dar su
especialista. Consulte al profesional cuando las conductas presentan unos
niveles excesivos en cuanto magnitud, frecuencia o perseverancia en el tiempo.
1-LÍMITES: Son fundamentales. Atrévase a poner límites a sus demandas. Si
no lo hace a edades tempranas luego será mucho más difícil establecerlos.
Intente explicarle su punto de vista de forma calmada y adecuándola a la edad
del niño. No utilice el tono imperativo ni los gritos. Hágale saber más bien que
está triste por su comportamiento, que está decepcionado, pero manténgase firme
en su posición. Es necesario establecer, desde la primera infancia unos hábitos
adecuados en alimentación, ritmos de sueño, etc... Son los propios padres los
que han de marcar sus propios límites y normas en función de la edad del niño y
sus valores educativos. Poner límites no debe plantearse como un trabajo
coercitivo con el niño, sino como un juego de equilibrios, en el que el niño va
a aprender el sentido de dar y recibir, al tiempo que va interiorizando una
serie de pautas y valores que le servirán más adelante como referentes.
2-CLARIDAD: Sea claro en las instrucciones. Si queremos
establecer límites, el niño debe saber exactamente qué le pedimos. Si le decimos
"pórtate bien" esto puede suponer diferentes cosas en diferentes situaciones. Es
más eficaz concretar la demanda en una situación concreta. Por ejemplo en una
situación de paseo por la calle le diremos "no cruces hasta que esté el semáforo
verde", en la casa en situación de juego "no tires los juguetes".
3-ATENCIÓN: Préstele atención cuando realice las conductas
deseadas en caso contrario retíresela. El halago verbal y sincero funciona muy
bien como apoyo de otros refuerzos. En caso de aparición de una conducta
disruptiva (rabietas...) retire la atención sobre el niño (Tiempo
Fuera). Un premio no esperado y contingente a la realización de alguna
conducta deseada aumentan la probabilidad de que vuelvan a ocurrir. Puede
establecer también premios y consecuencias contingentes a las diferentes
conductas (Economía
de Fichas - Coste de la respuesta).
4-COMPLICIDAD: Cuando se
establecen unos límites o normas, estos deben ser respetados por todos los
miembros de la familia. Padres, hermanos o abuelos deben actuar de igual modo
ante las conductas problema del niño. Si sólo es el padre o la madre la que
exige ciertos requisitos al niño, el avance es mucho mas complicado sino
imposible.
5-MINIMIZAR: Cuando dé instrucciones minimice el NO.
Con niños es más efectivo el decirle lo que debe hacer que lo que no debe hacer.
Por ejemplo es más conveniente decirle: "habla bajito" que "No chilles". La
primera la experimenta como una sugerencia la segunda como una imposición.
-Debemos siempre desaprobar las conductas (morder, desobedecer, gritar....)
nunca al niño (eres un desastre, eres muy malo, eres...).
6-ELECCIÓN:
Que elija él. A la hora de darle instrucciones podemos minimizar la
probabilidad de desobediencia si proporcionamos al niño varias opciones para que
él elija. Por ejemplo en lugar de decirle sólo: "recoge los juguetes", podemos
añadir: "mamá va a ayudarte a recoger los juguetes, ¿dime cuales prefieres
guardar tu? Al niño se le recuerda que la responsabilidad de guardar los
juguetes es suya, pero, a la vez, tiene cierta sensación de control sobre la
situación y tolera mejor la demanda del adulto. Una vez establecido el hábito de
recoger probablemente lo haga sin demasiadas quejas y ayudas.
7-EXPLICACIÓN: Acompañe la demanda con una explicación breve. Si damos
una explicación a una instrucción dada podemos ayudar a que interioricen valores
de conducta. Por ejemplo podemos decirle: "si pegas a tu hermanito se pondrá
triste y no querrá jugar más contigo". Se trata de que entienda que nuestra
demanda no es por capricho o por llevarle la contraria, sino por que tiene unos
efectos molestos sobre nosotros u otras personas y que esto comporta
consecuencias.
8-ALTERNATIVA: Una alternativa cuando tengamos que
decir NO. Cuando tengamos que pronunciar un NO es importante minimizar su efecto
con una alternativa: "NO te puedo comprar una pasta antes de comer, pero sí te
daré después el helado que te gusta".
9-FLEXIBILIDAD: Debemos
crear limites y normas pero a la vez hay que saber ser flexibles en situaciones
especiales a valorar por los padres. Los niños crecen y los problemas y sus
circunstancias cambian. Debemos estar abiertos a revisar y modificar el sistema
de contingencias cuando sea necesario. Una rigidez extrema en la configuración
del sistema y sus normas es la mejor invitación a su incumplimiento.
10-COHERENCIA: Tiene que haber coherencia entre lo que se le
exige al niño y lo que él observa en su entorno más inmediato. No podemos
pedirle obediencia y respeto hacia la madre a un niño que vive en un entorno de
menosprecio o maltrato familiar.
11-CONTROL: Controle sus
emociones. Cuando estalla el problema. Cuando su hijo ha repetido la conducta
que no deseamos, cuando nos llaman del colegio, cuando todo parece
hundirse................tómese un tiempo antes de responder. Sabemos que es
complicado y que si no se lanza un grito algo parece romperse en nuestras
entrañas. Es fundamental el control de las emociones. Nuestro objetivo es educar
al niño. Si somos demasiado emocionales no estamos en condiciones de ofrecer el
mejor modelo de nosotros mismos. Proporciónese un tiempo de respiro, retire la
atención al niño de la forma que permitan las circunstancias, hágale saber
inmediatamente su disgusto y luego en frío analice la situación y tome las
decisiones oportunas. No razone en caliente. Ni usted ni su hijo están entonces
en las mejores condiciones.
-No caiga en la trampa de enzarzarse en un
diálogo de recriminaciones con su hijo. Es la mejor forma de acabar
estableciendo un tipo de relación conflictiva o coercitiva que no le va a llevar
a ninguna parte. Esto no quiere decir que la mala conducta no deba tener sus
consecuencias para el niño, sino que éstas deben ser pensadas en frío aunque
aplicadas lo antes posible para que sean efectivas.
12-CONSTANCIA:
Es básico ser constante en la aplicación de cualquier estrategia que quiera
modificar o establecer conductas. No se desanime a la primera de cambio. Suele
ocurrir que cuando se aplican límites o normas por primera vez se produzca una
reacción negativa. Esto es especialmente notable en aquellos casos en los que el
niño percibe que se le van a retirar ciertos privilegios. Ello puede provocar,
de inicio, un aumento de la frecuencia y magnitud de los episodios problemáticos
que luego, en la mayoría de casos, remiten y se corrigen.
Y SI TODO
FALLA: Hemos dicho ya que cada niño es un mundo y cada conducta problemática
es fruto de multiplicidad de factores externos e internos. Cuando el
comportamiento se hace incontrolable, pese a la dedicación y esfuerzo de los
padres o tutores, busque ayuda en algún profesional de la salud infantil
(psicólogo infantil, pediatra...). El peor aliado es dejar pasar el tiempo sin
actuar.
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